REFLEXIÓN SOBRE EL DÍA DEL LIBRO

Cada año, el 23 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro. En este día del año, los libros salen de las estanterías, abandonan los silencios de librerías y bibliotecas y ocupan la primera plana de los noticiarios, copan la calle y están a la vista de todos. Hoy es un día de alegría para la palabra escrita, en el que autores y lectores se encuentran cara a cara, y en el que las mil historias impresas llaman a nuestra vista e intentan entrar en nuestra mente. Imagina un viento. Un viento fuerte que revuelve estanterías, que arranca de las baldas volúmenes y volúmenes, que pasa las hojas y que, hablando fuerte en tu oído, te cuenta las historias que ha leído de tempestades, de barcos que se hunden en el mar, de guerras crueles. Imagina que el viento es una brisa suave que te lleva, susurrados, los versos del poeta para que te enamores y te conmuevas. O imagina que ese viento te cuenta su historia y que pone delante de ti hojas en blanco para que seas tú quien cuente historias de hadas, de risas, de llantos, de miedos, de brujas y de reinas, de marginación y de esplendor.

Hoy es el día del libro, el de la lengua y la palabra, y en un día como hoy, lo que queremos hacer es animarte a LEER. Compra un libro, abre uno que ya tengas o… ve a la biblioteca y llévatelo en préstamo.